viernes, 12 de diciembre de 2008

BOLLITOS NAVIDEÑOS



No se trata de la hallaca, sino de cómo nos las arreglamos con los que nos sobro de la gran operación de manufactura familiar, que ya se las colocare. Por ahora, veamos este práctico recurso para tener a mano después de los trasnochos o para un suculento desayuno.
Calculamos para 20 bollos. Primero preparar la manteca de cochino con la cual amasaremos la masa de harina de maíz precocido. Preferiblemente la PAN. Ponen una taza de manteca de cochino a calentar, le colocan tres cucharadas de onoto y media cucharilla de sal, y la dejan hervir hasta que tome ese color amarillo, casi naranja. Ojo, cuidado y no se les queme el onoto, amargara mucho. La apagan y cuelan. Dejan enfriar aparte.
Tomen media gallina, o en emergencia un pollo, y la sancochan con una cebolla y sal. Cuando este lista, la cuelan y guardan el caldo, que servirá para amasar. La carne la usaran en otra receta.
El guiso que les sobre de las hallacas y si no tienen mucho, cortan en cuadritos la carne de res y el cochino, picaditos y aliñados, hacen un sofrito con mucho ají dulce, pasta de tomate, ajo, cebolla y vino dulce. No importa que el cochino quede un tono rosado. Como se tiene que volver a hervir para cocinar la masa, no hará daño. Ese guiso llevara lo que les quede en la nevera.
Lo apagan cuando tenga el punto espeso y el de sal que les guste.
Aparte tienen unas pasitas, alcaparras, y aceitunas
La masa que es lo delicado, si no les sobro suficiente, complete con un paquete de Harina Pan. En un envase colocan tres tasas del caldo de la gallina y sal. Le van agregando poco a poco la harina y amasan. Si les falta líquido, le agregan más caldo si tienen o agua y continúan amasando hasta que se les despegue de los bordes. Le agregan poco a poco la manteca derretida y coloreada. Y mucho amase. Mientras más mejor….que les queden bien suave. Para que no se fracture.
A ella le agregan el guiso, las pasitas, alcaparras y aceitunas, y continúan amasando hasta que todo este mezclado lo mas parejo posible. Debe quedar como mazacote, es decir una contextura flexible que se pueda tomar con cuchara.
Tienen las hojas ya limpias, las que le sobren, o las que corten pequeñas. Estiran las más grandecitas sobre una superficie. Le echan una cucharada de la masa con el guiso y van doblando como un sobre. Le ponen otra hoja como una faja y la amarran con una vuelta menos que las hallacas. Traten que les queden apretaditas y bien cubiertas-.
Tienen una olla con bastante agua hirviendo para que quepan todos y los dejan hervir como 15 minutos. Los sacan, escurren y dejan enfriar antes de guardarlos en la nevera. ¡SUERTE ¡

1 comentario:

la termita lectora dijo...

Se me hizo agua la boca, en mi casa los hacían y le ponían un frasquito de ají picante chirelito y quedaban divinos.