viernes, 28 de noviembre de 2008

SALSA DE TOMATES



De eso se trata, de hacer una salsa de tomates, en la que se le sientan todos los aliños. Se puede usar con pasta, con arroz, hasta para una pizza.
Corten por la mitad, a lo largo, suficientes ají dulces de todos los colores. Pelen seis dientes de ajo y corten en mitad, cuatro cebollas y corten en cuatro. Tres cebollines, solo la parte blanca, en ruedas de un dedo y medio pimentón verde, en cuadros.
En una olla coloque aceite y, aun frío pongan allí los ajíes dulces. Cuando empiece a calentar, le echan el ajo y la cebolla. Le van dando vuelta con la cuchara de palo. Una vez esta este transparente, le agregan el pimentón y el cebollín. Vuelta y vuelta hasta que se ablanden. Allí le ponen la sal, una cucharada de papelón rayado (este es el otro secretito), el comino y la pimienta. A los tres o cuatro minutos, le agregan ocho tomates medianos con sus conchas, picados en cuadros. Recuerden lo importante de esta salsa es reconocer todos los ingredientes.



Bajan la temperatura del fuego y lo tapan, de cuando en cuando le dan vueltas para que los tomates vayan echando su jugo. A los diez minutos, más o menos, le agregan un vasito de vino tinto y le siguen dando sus vueltitas. Tapan y dejan sudar lentamente. Pruebe la sal y la pimienta y corrigen al gusto. Los tomates no deben desbaratarse. Pero si estar blanditos.
Apaguen el fuego y ya.
Pueden guardarlo en la nevera o en el congelador para emergencias y, si tienen mucha hambre…pueden comerla ya con una buena pasta. ¡Genial!.

martes, 25 de noviembre de 2008

TITIAROS ACARAMELADOS

Cuando encuentren una mano de Titíaros, no la dejen escapar. Son los mejores camburcitos. Sirven para todo, para comerlos de un mordisco, para freírlos enteritos y para hacerlos como postre con esta receta.
Deben estar maduritos, antes que se les ponga la concha negra, los pelan y colocan en un molde para el horno que estará ya enmantequillado. Le dejen correr una cucharita de café, de vainilla sobre cada uno, le agregan papelón rayado o azúcar morena, por encima y una lonjita de mantequilla. Lo tapan con papel aluminio y 25 minutos al horno a temperatura mediana. Lo destapan a ver si están blanditos y si lo están lo vuelven a meter esta vez sin el papel aluminio para que queden doraditos por arriba. Y ya, a la mesa porque es mejor comerlos tibios.

viernes, 21 de noviembre de 2008

CEBOLLAS RELLENAS




Esta es una entrada dietética, sabrosa y muy interesante en cuanto a su costo. En esta época debemos estar pendientes de todo.
Tomen dos cebollas grandes, bien redondas, que no tengan accidentes en su piel….
Las pelan con mucho cuidado, les cortan el “piquito” y las pican, diametralmente, en dos mitades. Cuidadosamente le van desprendiendo los aros centrales. Se trata que, sin romperse, queden vacías, solo protegidas por los aros externos.
Las colocan en un Pirex y meten en un horno pequeño, a una temperatura máxima, más o menos, 200 grados, solo quince minutos boca abajo y quince, boca arriba, acompañadas de sus respectivos “piquitos”.
Mientras abren dos laticas de sardinas, preferiblemente en aceite, y las apachurran con un tenedor. Pican dos ajíes dulces en pedacitos cuadrados, dos ramitas de perejil y dos cucharadas de la cebolla que le quitaron en el centro, también picadas en cuadritos pequeños.
Ponen a calentar una cucharada de aceite, allí echan primero, el ají dulce para que, a medida que vaya calentándose el aceite, él desprenda su jugo, luego agregan las cebollas y el perejil. Le echan las sardinas “apachurradas” y el aceite de la lata, hasta que vean que se va haciendo como un puré. Allí, le añaden dos cucharadas de Practiguiso Pampero y le siguen dando con una cucharita de palo. Hasta que vean que tomó su punto de puré. Un poco de pimienta al gusto y ya está lo que será el relleno.
Ya han sacado las cebollas del horno, les colocan el relleno, lo cubren con su “piquito” y una pluma de perejil.

martes, 18 de noviembre de 2008

POLLO CON QUINCHONCHO


No solo tiene un nombre muy sonoro, sino delicioso y sobre todo, es toda una comida en un solo plato, además, muy barato.
Lo que necesitan es tener el quinchoncho hecho de algún menú anterior. Si no, pueden ponerle caraotas, de cualquier color…ya que las negras,… ¡están negras!...no se encuentran fáciles.
Yo tenía un paquete de tres pechugas. Las puse a cocinar con una cebollita. Luego guarde el líquido como caldo para otra receta. Lo saque, escurrí y corte en cuadritos.
Aparte, en un caldero, tenia dos cucharadas de mantequilla, cuando estuvo derretida, mas no hirviendo, le puse dos cebollines, una cebolla mediana y tres ajíes dulces, todos picados muy pequeñitos. Le fui dando vueltas con la cuchara de madera para que rehogaran poco a poco, a medida que la mantequilla se calentase. Cuando estuvieron bien blanditos y transparentes (la cebolla y el cebollín) le agregue los trocitos de pollo, vuelta y vuelta, la sal, la pimienta al gusto, salpicados de comino y orégano molido. Luego le agregue dos tazas del grano cocido, el quinchoncho, y medio pote de puré de tomate.
Continué dándole vueltas mojándolo con un vaso de vino tinto para que ayudase a fusionar los dos sabores. Lo tape, puse el fuego muy bajito y espere 15 minutos. El olor se desato maravillosamente y el sabor mejor aun.

viernes, 14 de noviembre de 2008

PAPAS RELLENAS







Las papas son el acompañante ideal para carnes y pescados. Esta receta también se puede servir como una entrada. Tomen cuatro papas medianas. Bien lavadas y con su concha, las meten en el horno hasta que ablanden y estén cocinadas por dentro. ¿Como saberlo?, le hunden un cuchillo y si la punta sale limpia, están listas. De todas maneras, en este caso me tomo 15 minutos a una temperatura de 230 grados.
Las sacan, cortan a lo largo, por la mitad. Y con una cucharita de café le quitan la parte de adentro, vaciándolas listas para rellenar. Lo deben hacer con cuidado para que no se les partan. Van colocando ese centro en una cazuela, le agregan dos cucharadas grandes de crema de leche y trituran todo con un tenedor hasta que este hecho puré. Han picado un cebollín, el tallo solamente, en pedacitos muy pequeños, y se lo añaden. Luego sal y pimienta al gusto. Lo unen todo muy bien y lo colocan en cada una de las mitades vacías de las papas. Las adornan con una tirita de ají dulce. Pueden servirlo en ese momento. Si van a esperar, lo tapan con papel de aluminio y lo colocan en el horno no más de 5 minutos. Y, a la mesa.

martes, 11 de noviembre de 2008

LOMO DE COCHINO



Creo que superamos la guerra anti cochino y pro carnes blancas. La mayoría coincide en que la carne de su lomo es la más magra y gustosa que se puede encontrar.
En nuestro caso tenemos un pedazo de casi un kilo. Lo enrollamos con pabilo para que se sostenga redondito. Cuanto más tiempo lo tengan marinando en salsa de soya con su cebollita picada y ajo pelado, mejor.
Luego, en un caldero con aceite caliente, lo sellamos hasta que dore por todos los lados. Lo sacan y en ese aceite ponen la cebolla de la marinada, el ajo, si tienen cebollín, perejil y ajo porro, fantástico. Dejan que se doren, vuelven a colocar el lomo, le agregan la soya de esa misma marinada y le echan jugo de naranja hasta que lo tape. Cuando ya esta hirviendo. Lo apagan después de diez minutos; sacan el lomo y lo colocan en una bandeja para el horno que van a cubrir con papel de aluminio y, a temperatura de 200, lo dejan allí por media hora.
Reducen lo que les quedo en el caldero, poniéndole sal y pimienta al gusto. Esa será la salsa. Si no les gusta toparse con las piezas de los condimentos, pueden pasarla por la liquadora, pero no es necesario.
Dejen enfriar al lomo. Lo pueden guardar en el congelador para una emergencia o se lo comen allí mismo, caliente o frío. Eso si como tienen que cortarlo en ruedas, es mejor hacerlo cuando está frío…de la nevera.
En todo caso, siempre habrá que calentarle su salsa aparte y ya.

viernes, 7 de noviembre de 2008

HERVIDO DE COSTILLA





Cuando mis hijos eran pequeños, la llamaban: sopa anaranjada. Esto se debe a las verduras que lleva que son un maravilloso concentrado de beta caroteno.

Yo pongo en una olla alta, cuatro costillas de res, con unas seis zanahorias, media auyama grande, seis apios, todos limpios y pelados. Además dos cebollas picadas por la mitad, tres cebollines en rueditas, dos celery en lajitas con sus hojas y todo.

Cuando empieza el hervor, les agrego: un ramito de perejil, cinco ajíes dulces rojos picados en cuatro, sal al gusto y unos granos de pimienta. Un secreto, …si tienen pimienta guayabita, será mucho mejor…pero…no es fácil encontrarla por aquí por la ciudad.

Lo dejan hervir hasta que se deshaga la auyama, que es la más blandita. Con un tenedor pinchan las otras verduras para chequear si están cocidas. Entonces lo apagan y lo prueban.

Cundo lo vayan a servir debe estar bien caliente. Le ponen una cucharadita de crema de leche en cada plato y lo acompañan con casabe.

martes, 4 de noviembre de 2008

PESCADO HORNEADO



Es un lujo encontrar un pescado como el pargo que me regalaron. Estaba muy fresco, “nunca congelado”. Y, a pesar que en los llanos no hay mar….pero si ríos, no puedo dejar pasar esta receta, prometiendo que pronto pondré una de Pavón.
Lo prepare de la manera más típica. Bien limpio y abierto por el centro, lo deje reposar en limón, sobándolo tiernamente con aceite de oliva por dentro y por fuera; luego lo cubrí con sal. Le puse tres dientes ajos y lo llene, prácticamente “atapucé”, de ají dulce y cebolla cortados en tiritas. Lo amarre para que ese maravilloso contenido no se le escapase, le puse unos taquitos de mantequilla y, colocado en el envase para hornear, lo tape con papel de aluminio para ponerlo al horno que ya estaba calentado a temperatura mediana.



No tardo mucho en estar listo. Lo supe cuando, pasados diez minutos, lo vigilaba de cuando en cuando, hasta que vi que le brillaba la piel.
Había invitado a mis hijos a cenar, cita a la cual llegaron muy puntuales, y compartimos felices este maravilloso regalo del mar y del papa de Rubén.

sábado, 1 de noviembre de 2008

PATACONES



Con el plátano podemos contar siempre. Como pasapalo o acompañante es alimenticio y delicioso. Todo depende de su grado de madurez. En este caso tomamos uno mediano, entre verde y pintón. Lo cortan en ruedas de dos dedos de ancho. Lo pasan por aceite bien caliente, vuelta y vuelta, para sellarlos. Los sacan y escurren.
Con un martillo de cocina, esos que son de madera con la cabeza cuadrada, los aplastan con cuidado, de un solo golpe. Que se les abran sin romperse, quedando chatitos.Tiene ajo picadito en un plato al lado y los pasan por allí, vuelta y vuelta.
Los vuelven a colocar en el sartén con el aceite hirviendo hasta que se doren.
Los sacan y vuelven a escurrir. Los salpican de sal, y crujientes, calienticos, están listos para comer.