Cuatro zanahorias medianas son suficientes para lograr este acompañante que se prepara muy rápido y tiene pocas calorías.
Lavan bien las zanahorias y pican en cubitos pequeños. Las ponen a hervir en agua con sal hasta que ablanden, pero ojo, que aun se mantengan firmes. Las bajan del fuego y escurren.
Aparte ponen dos cebollas, picadas menudito, a clarear en dos cucharadas de margarina.
Por otro lado, a dos y media tasas de leche, le diluyen una cucharada de harina, si es como en casa, que nos gusta la crema espesa, ¡pueden ponerle hasta dos….! Le agregan allí la sal y la pimienta al gusto.
Cuando el sofrito de cebolla este claro, le agregan poco a poco, a fuego lento y dándole paleta, esta leche condimentada. Cuando esté empezando a calentar, le añaden tres cucharadas grandes de queso parmesano rayado. Continúan revolviendo con la cuchara de madera. Lo bajan del fuego cuando haya alcanzado la contextura que deseen.
En una bandeja mediana, colocan las zanahorias, le dan una primera “revolcada” con la crema y luego la cubren con lo que les quede de esta.
Será suficiente para cuatro personas y deben comerlas en el momento
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